Nueve musas es una dama que me deleita con sus silencios ancestrales.
De a ratos me abandona en abismales paisajes, entonces lloro
su ausencia y rezo por su retorno como si fuera una novia blanca que sin querer
me ha olvidado…
Aquellos que me conocen saben que soy una niña de corazón
gigante que sueña poesía; aquellos que no me conocen sabrán, sin duda alguna,
que vivo deliciosamente cautiva en el corazón de mis musas y en la filosa
intensidad de sus miradas que son de otro mundo.
Gracias, infinitas gracias por tanto “caos” my fairy Lady, y
que sea tu viaje, un buen viaje, como siempre…
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