levántate brillante y clara
sobre la tierra…
Una fuerza profunda estalla desde el corazón de Gaia. Su
grito retumba hasta en los confines del universo- sabe que ha llegado la hora
de resucitar a la diosa madre que dormitaba en los desiertos del olvido-
La tierra revive y nos invita a experimentar la magia de
sentirnos totales en nuestra sagrada esencia; nos llama a transformarnos desde
adentro, a brillar con más ímpetu, a volvernos cristalinas antorchas que
iluminen los senderos de la nueva era que despunta en los firmamentos del
cosmos.
La tierra vive…
Y regresan sus diosas
a reinar en las geografías del éter, en los paisajes del alma, en el divino
principio de la fuente; regresan a llevarnos de la mano hacia el sagrado
espiral de nuestra resurrección; a mostrarnos los caminos de regreso hacia
nuestra pura inocencia; a enseñarnos a tejer desde la misericordia, a sembrar
desde el amor puro, a recordarnos como nutrir la “Pachamama” con manos
gentiles.
El cuerno de Diana la cazadora resuena amazonas del mundo,
resuena y revive la memoria de nuestro origen y despereza el aura femenino de
sus hijos; lo hace para restaurar el orden supremo de las cosas, el equilibrio
de la evolución; para recobrar la visión íntegra del mundo, para encontrar de
nuevo la armonía que perdimos cuando olvidamos
las religiones ancestrales, la simpleza del asombro al descubrirnos
envueltos en las vestiduras de la vida que nos acoge amorosamente.
El cuerdo de Diana la cazadora resuena y nos impulsa a la
renovación de nuestras células. Nos suplica mesura y conciencia. Nos convoca a
despertar-
Ella es Libre, salvaje, sin ataduras. La pasión en su
independencia está enfocada a la búsqueda de la riqueza interior. Ella es la mercurial reina de los bosques de la naturaleza
humana y no puede reprimirse; si estamos atentos puede ofrecernos la máxima
liberación que surge de la unión con el Espíritu: la libertad de nuestro ser.
Tal vez “Diana, diosa de la caza” no sea una de la obras más
importantes del pintor caravaggista Orazio Gentileschi pero sin lugar a dudas
refleja, con la simpleza de sus trazos, la entrañable lozanía de la nueva mujer
que renace de las cenizas del mundo. Del nuevo hombre que abre los ojos a la
integración de sus opuestos; y es con la
certeza de esos pasos firmes que la diosa lunar preside semejante renacimiento,
es con la firmeza de su titánica anatomía que la diosa sanadora nos recibe
entre sus brazos…
"Diana, Goddess of hunt" Orazio Gentileshi
¡Magnífico..!! no tengo más palabras, la pintura, el texto tan hermoso como didáctico...saludos
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