A todas las mujeres que sufren y han sufrido en vano…
“El dolor no se atenuaba. ¿Cómo iba a atenuarse? En
cualquier caso, aprendimos la lección más importante para toda mujer: debíamos
obedecer por nuestro bien. Ya en aquellas primeras semanas empezó a formarse
una imagen de lo que seríamos las tres cuando alcanzáramos la edad adulta.
Un día, mientras daba una vuelta por la habitación, oí un
crujido. Se me había roto un dedo del pie. Pensé que el sonido era algo interno
de mi cuerpo, pero fue tan fuerte que lo oyeron todas las que estaban allí. Mi
madre me clavó la mirada. - ¡Por fin adelantamos algo!
Seguí caminando, pese a que me dolía todo el cuerpo. Al
anochecer ya se me habían roto los ocho dedos que tenían que romperse, pero
seguían obligándome a andar. Notaba los dedos quebrados con cada paso que daba,
porque bailaban dentro de los zapatos. El espacio recién creado donde antes
había habido una articulación se había convertido en un gelatinoso infinito de
tortura. El frío del invierno no había empezado a anestesiar las atroces
sensaciones que atenazaban mi cuerpo. Aun así mi madre no estaba satisfecha con
mi docilidad. Aquella noche mandó a Hermano Mayor traer un junco cortado de la
orilla del río. Durante los dos días siguientes me golpeó con él en la parte
posterior de las piernas para que no parara..
El día que me cambiaron las vendas, sumergí los pies en el
agua como de costumbre, pero esta vez el masaje para dar forma a los huesos fue
más espantoso que nunca. Mi madre tiró de mis dedos rotos y los dobló hasta
pegarlos por completo a la planta de los pies. En ningún otro momento percibí
tan claramente el amor de mi madre.
-Una verdadera dama debe eliminar la fealdad de su vida
–repetía una y otra vez para inculcármelo bien- . La belleza sólo se consigue a
través del dolor. La paz sólo se encuentra a través del sufrimiento”.
Pocas veces me he quedado sin palabras y absorta ante la
imposibilidad de describir una emoción;
pocas veces me he quedado casi estática buceando en las profundidades
del lenguaje intentando encontrar calificativos apropiados para referirme a
algo que inevitablemente me ha avasallado.
Me sucedió con la obra de Lisa See.
-Llevo un par de días pensando, casi preocupada, en cómo
escribir acerca de este cuento hermoso y hacerle justicia solo con un puñado de
frases, espero lograrlo-
“El abanico de seda” de Lisa See es una historia excepcional
y extraordinariamente bella. Cruda como
pocas. Es una historia de mujeres, de la profunda amistad entre dos mujeres
inmersas en la inclemencia de un sistema tradicional, cruel y marginal.
Como lector uno sabe
cuando está frente a una joya, es instantáneo, se trata de ese hilo invisible
que nos conecta con el cosmos de las letras; me sucedió inevitablemente cuando
tuve entre mis manos esta novela y a los
tres días de haber comenzado ya me encontraba sumergida en el mundo de Lirio
Blanco y Flor de Nieve.
Como en una elegante leyenda oriental, la autora nos cuenta,
con un fino y cuidado lenguaje, la
historia de Lirio Blanco, una tímida niña de siete años, hija de una humilde
familia de campesinos que será hermanada con Flor de Nieve, una niña de noble
ascendencia que vive en un pueblo lejano. Al estar predestinadas por haber
nacido el mismo día, a la misma hora y con sus ocho caracteres correspondiendo
en perfecta armonía, ambas se convertirán en “laotong” ( mi otro yo o alma
gemela) por medio de una ceremonia ancestral; que es incluso más importante que
el matrimonio.
Desde el principio, y a lo largo de los años, Lirio Blanco y
Flor de Nieve se comunicarán intercambiándose mensajes en “nu shu” escritos en un abanico de seda que
las sirvientas llevarán de una casa a la otra. En abanicos y pañuelos darán
cuenta de lo que nadie conoce: sus más íntimos pensamientos y emociones, y
gracias a esa vía secreta se consolarán de las penalidades del matrimonio y la
maternidad. Poseer un “alma gemela” les
proporciona a las dos momentos de alegría y felicidad, así como viajes y
salidas que nunca hubieran hecho de no poseerla.
El nu shu, el lenguaje secreto de la mujeres, las mantendrá intensamente unidas.
Hace 1700 años, las mujeres chinas carecían de educación
formal y vivían sometidas en casa de sus padres y luego en casa de sus maridos.
Expulsadas del idioma de los hombres, deciden inventar un idioma propio, el
Nushu, que en chino quiere decir escritura de mujeres.
Desde que en 1998 fue descubierto este lenguaje secreto por
una profesora china, muy poca documentación ha podido ser recuperada, pues era
costumbre que las mujeres muertas se llevaran a la tierra o a la ceniza todo
aquello que había sido parte de su naturaleza rutinaria. Uno de estos
documentos rescatados dice: "Los hombres se atreven a salir de casa para
enfrentarse al mundo exterior, pero las mujeres no son menos valientes al crear
un lenguaje que ellos no pueden entender". Huanyi, la última mujer que
habló esta lengua, afirmaba: "Hizo nuestras vidas mejores, porque nos
ofreció un modo de poder expresarnos".
Ya Nonagenaria, Lirio
Blanco, será la encargada de relatarnos su historia, así como la historia de su
entorno, denunciando al mismo tiempo el sufrimiento, las injusticias y las
humillaciones a las que eran sometidas las mujeres chinas de la época- Es
impactante la descripción del vendado de los pies a la edad de 9 años para
conseguir unos minúsculos “lotos dorados”-
Con una narración exquisita y una poesía magistral, Lisa See
nos enseña un mundo desconocido, escenario de una historia, sin lugar a dudas
conmovedora, que nos dejará un profundo e inolvidable mensaje. Sabremos del
nexo amoroso que siempre ha existido entre las mujeres, ese vínculo que nos ha
mantenido erguidas ante la tiranía y el despotismo. Una unión ancestral que nos
ha elevado por sobre hogueras, injurias, calumnias, piedras y torturas; una
conexión de empatía indestructible que nos ha ayudado a sobrevivir intactas a
los más terribles e inentendibles sistemas de sometimiento, un lazo, grito silente, pedido fervoroso de respeto e
igualdad.
Ninguna cultura debería justificar la crueldad. Ninguna tradición
debería apañar la sumisión, ningún rasgo de nuestra humanidad debe ya ser
indiferente a semejante locura...
“El abanico de seda “es una novela inolvidable, capaz de
remover cada fibra sensible y que bien podría ser un testimonio más que no debe
morir en las cenizas del silencio…
Fotografía: Sayaka Maruyama
Les adjunto un link con la extraordinaria novela de Lisa See
http://share.pdfonline.com/b3ee70c500944434976e27220df21a35/El%20abanico%20de%20seda%20-%20Lisa%20See.htm
Nu-Shu, el idioma secreto de las mujeres http://agendadelasmujeres.com.ar/pdf/nushu.pdf
Les adjunto un link con la extraordinaria novela de Lisa See
http://share.pdfonline.com/b3ee70c500944434976e27220df21a35/El%20abanico%20de%20seda%20-%20Lisa%20See.htm
Impresionante...
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