“Se quedó estupefacto Aquiles; se volvió seguidamente, y al
punto
reconoció a Palas Atenea: sus ojos brillaban de un modo
terrible».
…Atenea reina solemne en las cumbres de la sabiduría.
De la cabeza de Zeus ya nació mujer, completamente armada, desbordando saber, razón e inteligencia.
Señora de Atenas; con su Égida en el pecho y el casco que
levanta para que se vea su rostro de mujer, enhiesta, majestuosa y triunfante.
Creó el olivo. Pero también fue inventora del arado, de la
navegación, el carro, los números, el hilado, el tejido, la flauta, la
trompeta.
Enseñó a Erictonio a
atar sus caballos al carro, y a Belerofonte a dominar a Pegaso.
Protectora de la
crianza de los niños, y de las artes, del cielo claro y el aire puro. Diosa del
buen consejo, encargada del cumplimiento de las leyes.
Ayudó a Aquiles en su pelea con Agamenón pacificando su
espíritu, enseñó a Heracles a despellejar al león de Nemea, guió a Perseo para
decapitar a la Medusa, ayudó a Odiseo disfrazándole como un anciano para que
recuperara su reino, ayudó a Hércules a matar a la hidra de Lerna…
La diosa griega ha sido personificada incontables veces en
casi todas las manifestaciones del arte, ella es en sí misma, una figura
icónica sin tiempo que representa los dones de la mujer independiente.
Gustav Klimt hizo- a
mi entender- una de las representaciones más controversialmente bellas y
modernas de Atenea que alcanzó en su momento, el más alto grado de
sofisticación en la representación de la mujer: En un lienzo cuadrado con marco
metálico diseñado por él mismo, la diosa es representada armada, con sus
símbolos iconográficos. En la mano
derecha sostiene una bola a modo de cetro con una Nuda Veritas, símbolo del
triunfo del arte auténtico y entre sus cabellos se aprecia la cabeza de Medusa como un medallón con el
poder de petrificar a sus enemigos- algunos especialistas consideran que Klimt
plasmó la primera imagen de una mujer que subyuga al hombre-
El genial pintor la eligió como símbolo del movimiento
artístico renovador al que perteneció durante algunos años, la llamada
Sezession.
Nacido en Francia a finales del XIX, este movimiento
pretendía dar un vuelco a las artes anquilosadas en el pasado y cambiar los
cánones. Así nació el modernismo, que llevaría al art nouveau primero y al art
déco después, con Palas Atenea flameando la bandera de la profunda renovación.
Su imagen sufrió
varias transformaciones a lo largo de los siglos, incorporando nuevos
atributos, interactuando con nuevos conceptos e influenciando otras figuras
simbólicas; fue usada por varios regímenes políticos para la legitimación de sus
principios, penetró inclusive en la cultura popular; su intrigante identidad de
género ha sido de especial apoyo para los escritores ligados a los movimientos
feministas y a la psicología e incluso algunas corrientes religiosas
contemporáneas volvieron a darle la verdadera adoración.
Durante siglos el papel de la mujer como creadora en el arte
fue siempre marginal. Ocupo, por el contrario, un papel fundamental como objeto
artístico: paradigma de la maternidad por un lado, y objeto del deseo
masculino, por otro. Pero en el siglo XX las cosas cambiaron. La mujer creadora
irrumpió con fuerza en el mundo del arte haciendo oír su voz y asaltó el centro
activo de la creación artística ¿Qué otra figura podría ser representativa de
esa mujer creadora, sabia e iluminada, que combate con justicia frente a la
feroz niebla del olvido y del anonimato sino la insumisa guerrera griega?
Esa mujer que mira con ojos azul de hielo es La Mujer. La diosa por antonomasia.
Aunque tiene más de treinta y cinco epítetos, además de
Palas, que la describen como guerrera que combate delante, protectora de
Atenas, de Esparta, de Argos, Gortinos, Lindos y Larisa, de la Acrópolis;
consejera, defensora de la bahía, de los bueyes, de la navegación incansable…es
la Atenea que regresa, siempre ambigua, combativa y revolucionaria a ocupar el
lugar que le corresponde con indomable vigor en ésta nueva era femenina en
donde Shakespeare sí que puede ser una mujer…
Palas Atenea, Gustav Klimt 1898
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