Marguerite Yourcenar fue una escritora exquisita.
Hacer un recorrido por su obra es encontrarse con la
poderosa vivencia literaria de una mujer sorprendente, dueña de una singular
genialidad que la mantiene por siempre vigente en lo cánones de la literatura
Universal.
Nació en Bruselas en 1803, fue novelista, dramaturga,
poetisa y traductora.
En 1935 escribió uno de los libros más hermosos que he leído
en mi vida. “Fuegos” dedicado
enteramente al amor frustrado que Marguerite sentía por su editor.
La obra, magistral bajo
todo concepto, se exterioriza
como un lamento del corazón, manifestado en una serie de nueve relatos o más
bien epílogos de las más intensas historias mitológicas de amor ideadas en la
antigüedad, intercaladas con lastimeros destellos extraídos de un diario íntimo
escrito por la misma Marguerite.
Fuegos es producto del amor mal correspondido, es como la
caricia sobre una llaga, que aunque sea muy tierna, duele como el más grave de
los desprecios; es un grito hacia el otro que no comprende que sólo el amor del
desesperado es lo único que puede salvarle del más funesto de los destinos: el
olvido.
Que imposible resulta no detenerse en la vorágine de ese
juego fatal e insondable.
Salvarnos del olvido…
Esta semana Nueve Musas quiere recordar los fuegos de
Yourcenar. Hablaremos del amor… ardua tarea la de simplificar sus
contradicciones y su inalcanzable profundidad.
La idea es llegar a ninguna parte. Sólo evocar emociones que
son comunes a todos nosotros, los amantes y porque no, poetizar los días de
esta semana coincidiendo en el calmo solaz de una buena lectura.
Feliz lunes para
todos. Que el día traiga su afán, sus luces y sus sombras y que el viaje sea
bueno, por sobre todas las cosas, bueno...
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